Con una campaña álgida, llena de fricción, acusaciones cruzadas y con una coalición pro-libertaria que, muchas veces, parecía hundirse en el caos de la desorganización y el amateurismo, el candidato de la extrema derecha Javier Milei, se impuso en el balotaje contra su contrincante, el oficialista de Unión por la Patria y actual ministro de Economía argentino, Sergio Massa.
Con una participación del 76.3% del padrón electoral argentino y con el 99.3% escrutado, Javier Milei obtuvo el 55,69% equivalentes a 14.476.462 de votos, mientras que Sergio Massa solo el 44.31% equivalentes a 11.516.142 de los votos, marcando una diferencia de más de 11 puntos. Aunque Massa obtuvo una votación muy ceñida en la provincia de Buenos Aires, la más populosa y con más habilitados para ejercer el voto, según consigna un medio de comunicación trasandino, la victoria de Milei fue «una paliza en todo el país» contra el peronismo que había inflado la enorme esperanza de continuar gobernando el país, después de la primera vuelta presidencial de octubre. Esto, llegó a su fin cuando Sergio Massa, después de las 20 horas de esta tarde, reconoció su derrota electoral, felicitando a Javier Milei como el próximo presidente de Argentina, incluso antes de los primeros resultados.
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